TUTORÍAS ENTRE IGUALES

En ocasiones los alumn@s no entienden las explicaciones del maestro independientemente de cómo sean explicadas y qué metodo utilicemos. A veces no estamos a su altura, a la de los niños me refiero, y nuestras maneras de explicar no están dentro de sus líneas de comprensión.

Me doy cuenta de esto cuando soy yo la que no entiende a los peques de  mi clase de 1º de primaria. En ocasiones me intentan explicar algún juego que han hecho en el patio y yo no me entero de nada y tengo que hacer una media de diez preguntas para desentramar qué es aquello a lo que han jugado y cuáles son las normas. Pero en cambio llega otro pequeñ@ ajeno al juego y lo entiende a la primera, e incluso es capaz de responder a las preguntas que voy haciendo para seguir averiguando las reglas de dicho juego. ¿Por qué ese pequeño que no ha estado jugando a ese juego es capaz de entender sus normas y reglas a la primera y yo no?

Después de que esto me haya pasado más a menudo de lo que quisiera he entendido que esto sucede por varios motivos entre los que hay que destacar los siguientes:

- El pensamiento abstracto del adulto debe ser concretado en el plano físico del niñ@ que es donde se mueve. Cuando exponemos una explicación ésta debe ir acompañada de elementos que se puedan tocar, jugar, mover, etc, es más fácil para ellos. Cuando los niñ@s explican algo es muy propio de ellos escenificarlo, por ejemplo: "... se coloca así (y se agacha) y otro salta así (y realiza el salto)..."

- El lenguaje. Utilizamos en ocasiones un lenguaje con muchos tecnicismos que no está mal que escuchen pero deben ir acompañados de las explicaciones oportunas acordes a su edad, acompañarlas de dibujos, pictogramas, ejemplos con imágenes etc. Los niñ@s manejan entre ellos el mismo lenguaje por eso se entienden a la primera. Por ejemplo, les decimos que al hacer las operaciones empezamos por la derecha del todo y vamos hacia la izquierda, sin darnos cuenta de que todavía con seis años nos liamos con la derecha y la izquierda. Esto cuando no decimos que empezamos por las unidades y luego las decenas..., y dos páginas más allá en el libro hablan de las unidades y las decenas... En cambio si la explicación la da un compañero a otro le dice:"... se empieza por detrás, por lo más lejos del más (símbolo de la suma)...", y se acabó la complicación, puede hacer la operación..., que sabe hacerla.

-Y el último punto y para mi el esencial es que es más fácil entender a un igual, a un amigo, a un compañero que está en la misma zona de desarrollo que al adulto, maestro.

Esto no sé si científicamente tiene base o no pero en la práctica debo decir que sí al 100%. Lo he probado en clase. Desde que volvimos de vacaciones los niñ@s se han empezado a ayudar entre ellos. Cuando alguien termina su tarea elige entre dos opciones; irse a una zona de juego o tutorizar la tarea de un compañero y convertirse en maestro por un rato. De la misma manera y comprobado al 100% todos los peques eligen la segunda opción (convertirse en maestro por unos minutos es guay)  y los beneficios son estupendos, entre ellos el reconocimiento de la profe.

Explican con sus palabras lo que he explicado anteriormente yo con las mías y siguen la instrucción de NO hacer los deberes si no acompañar en el proceso de aprendizaje al compañero. Todo ello supervisado por mi, la maestra, para evitar hacer deberes en lugar de guiar aprendizajes.

Además de los beneficios en el aprendizaje hay otro mucho más importante que es el beneficio a nivel social. Las relaciones entre iguales, el desarrollo de la capacidad de empatía, la ayuda, la colaboración, el trabajo en equipo..., el DAR Y EL RECIBIR.

Os dejo imágenes para que veáis algunas son geniales cuando consiguen entender lo que el compi les explica.